Todavía con la garganta irritada, los ojos llorosos y la nariz escurriéndonos mocos, Helena y yo hemos llegado a casa después de vivenciar la más exagerada represión contra una manifestación pacífica que nos ha tocado en América Latina durante el viaje.
A las 4 de la tarde, hoy 9 de mayo de 2011, el gobierno chileno permitió a la empresa privada Hydraisen la construcción de represas en los ríos de la Patagonia. Debido a que Chile tiene una Constitución ilegal, escrita y aprobada por los militares durante la dictadura pinochetista y vigente sin modificaciones hasta la fecha, el agua que fue privatizada en 1980 no es propiedad del pueblo, sino de la empresa Hydraisen, de capital chileno e italiano, quien es propietaria de todos los ríos del país.
De tal modo el estado no pudo prohibir -ni siquiera lo intentó a pesar de tener el contra al 75% de la población y a la mayoría del congreso- que la empresa decidiera construir represas en ríos que constituyen una de las mayores reservas mundiales de agua potable y, por lo tanto, pueden ser considerados parte del patrimonio mundial.
La respuesta popular contra Hydraisen fue inmediata. Y pacífica.
Unos sesentamil jovencitos, indígenas, viejos militantes, ecologistas se congregaron en la Plaza Italia donde ya se habían alineado tanquetas, camiones de policías y esos tanques lanza-agua que aquí son comunmente llamados "guanacos" (porque como los camélidos americanos escupen). Mientras los manifestantes marchaban al grito de "Por una Patagonia sin represas", los carabineros sin mediar palabra empezaron a escupir de los guanacos agua con pimienta y poco después lanzaron bombas lacrimógenas y balas de goma. Los muchachos empezaron a correr, luego a dispersarse para, inmediatamente después, reagruparse en varias plazas. La respuesta represiva se intensificó. Helicópteros y tanques se desataron. Los muchachos se exaltaron y desafiando los chorros de agua se enfrentaron a los guanacos y los empezaron a empujar hasta que los hicieron retroceder.
Cuando las tanquetas se realinearon, volvieron a avanzar. Mientras, otros tanques iban cerrando las calles y todas las entradas a los metros. El centro de Santiago se volvió un escenario de batucadas que se improvisaban allí donde los manifestantes se reunían, y de actos represivos sobreactuados ahí donde los carabineros llegaban.
Mientras, ayer, en el Zócalo de la Ciudad de México, donde llegaron centenares, millares, decenas y cientos de millares de personas para pedir el fin de la absurda guerra de Calderón y el narco contra el pueblo mexicano, David Huerta, profesor de la UACM, leyó este poema:
Contra los muros / Poema de David Huerta
8 de mayo de 2011 / Zócalo de la Ciudad de México
Contra los muros se encienden los nervios,
un cuerpo avanza y otro se dobla, retrocede
con una vibración de quemadura y estallido.
Contra los muros, el impacto y la llaga,
el sudor y la lágrima, la exhalación del miedo y el velo crispado del dolor,
el frenético buscar y rebuscar del dinero,
las armas cortas y largas, la bocanada de la sombra.
Contra los muros se aprietan los miembros del cuerpo atemorizado
y bajo el cielo se alzan los remolinos y las manos se abren y las injurias
se diseminan entre la confusión y el vértigo.
Contra los muros vuelve a nacer la espiga del sueño,
luego de una larga caminata se construye
la serie luminosa de los conocimientos,
los brazos y las piernas adquieren el aspecto
de cosas duras y angustiosas, apenas esperanzadas,
las presencias y los objetos fluyen hasta los lugares sagrados:
las fuentes frescas, las luces nutritivas.
Contra los muros, el recuerdo del fuego maldito
en la carne doliente de los niños
y la silueta de una muchacha sobre el viento feroz de Samalayuca.
Contra los muros, la vida se llena de fantasmas
y la noche cierra su mano sobre la multitud. México sigue soñado
pesadillas, contra los muros, exhausto, sin aliento. Ω
Y una historia mapuche, la de una lonco, dirigenta nacional propia del pueblo mapuche:
Internacional:
«La ex presidenta de los chilenos
no es la mía, yo soy mapuche»
Mirra Banchón
*La
lonko Juana Calfunao en una marcha pública de protesta mapuche, en Chile.Fuente foto http://www.elciudadano.cl
Una conferencia en el
Parlamento Europeo
en Bruselas enfoca los
diversos aspectos del
problema de los
mapuche en Chile: la
historia, las tierras, las
empresas europeas, la
legislación nacional, la
indiferencia...
«Las trenzas, que las tenía largas,
fueron cortadas con cuchillo.
Mi madre fue amordazada y abusada
sexualmente por militares»,
relata Juana Calfunao, de la comunidad
mapuche Juan Paillalef. Como
lonko
pueblo mapuche, vino a una conferencia
en el Parlamento Europeo
–la primera sobre el tema- para
denunciar acoso y genocidio
contra su pueblo. «Fui atada de
pies y manos por carabineros, me
quitaron la ropa y me orinaron
encima», cuenta. ¿Qué había
hecho? «Sólo defender nuestras
tierras, el derecho a la vida»,
afirma en conversación con DW.
, autoridad ancestral del15 años de cárcel por
desorden público
En un informe avalado por varias
organizaciones defensoras de
derechos humanos, se explica que
Calfunao y su esposo en 2005 bloquearon
un camino que cruza ilegalmente
su comunidad, usurpándoles
10.000 metros cuadrados de
terreno. En el año 1999, representantes
de intereses en los bosques
aledaños habían comenzado el
hostigamiento. «Tres veces fue
quemada mi casa, tres veces la
volví a hacer», cuenta la
Según el informe, la noche de
su encarcelamiento, Calfunao presentaba
lesiones.La investigación
contra las fuerzas policiales nunca
tuvo lugar. En los últimos seis años,
su esposo, su hijo y ella han pasado
varios períodos de encarcelamiento.
En uno de ellos se pretendía
que su marido, por otro bloqueo,
cumpliera una pena de 15 años.
«En Chile, el pueblo mapuche es
considerado como un peligro»,
cuenta Maria Railaf, forzada al exilio
con su familia a la edad de tres
años. Desde Holanda, la joven
mapuche-holandesa investiga y
difunde la causa de esta nación
indígena dentro de un Estado que,
al parecer, no losprotege. Así, la
lonko.lonko
Michele Bachelet, como «la ex
presidenta de los chilenos; no la
mía personal, yo soy mapuche».
habla, por ejemplo, deAplicación de ley antiterrorista
«Por incendio se multa a un ciudadano
chileno; a un mapuche se
lo condena a diez años de cárcel.
A militares que durante la dictadura
cometieron actos de lesa
humanidad, se los ha condenado
a cuatro años», cuenta por su
parte Jimena Reyes, abogada
especializada en derechos humanos.
La ley antiterrorista, que
entró en vigor en la época de
Augusto Pinochet sigue en vigencia
–y a pesar de la insistencia
de organismos internacionalessigue
siendo aplicada. «El problema
es que en esa ley el terrorismo
está definido muy ampliamente»,
dice Reyes. En este momento, hay
147 mapuches presos; 40 de ellos
están acusados de terrorismo. 26,
en huelga de hambre.
Si bien los mapuches son una
minoría de cultura y lengua diferente,
en el fondo hay un problema
territorial. Los historiadores ven
probados los derechos a las
tierras al sur del río Biobío por
cédulas aprobadas por la corona
española al final de la época
colonial. No obstante, los enfrentamientos
de los activistas mapuches
no son por la defensa de
grandes extensiones, explica
Reyes, sino por violaciones y usurpamientos
de pequeñas parcelas
que les fueron otorgadas legalmente
en tiempos de la reforma
agraria. La dictadura pinochetista,
en parte se las quitó. Y ahora son
empresas las que se las quitan.
El precio de la ética
«Para los mapuches, el problema
es el Estado chileno», dice el
europarlamentario Oriol Junqueras,
de la bancada de Los Verdes;
añadiendo: «pero el problema son
los recursos, la lucha por los
precios energéticos». Chile, unido
a la UE por un acuerdo de asociación
tiene excelentes relaciones
comerciales con el bloque
europeo. Y aunque siempre se
vuelve a insistir en que tales
acuerdos tienen también un
aspecto de diálogo político –en
donde hay un capítulo de derechos
humanos-, cuando se trata
de defender intereses, dice
Junqueras, «la Unión Europea no
es especialmente ética. Pero los
hay peores, China por ejemplo.
Con los precios energéticos al
alza, la competencia es dura. Y
entonces el precio de la ética es
insoportable».
¿Quiere decir esto que no hay
nada que hacer? No. «La Unión
Europea puede hacer mucho,
porque es el primer mercado
consumidor del mundo, con más
de 500 millones de consumidores;
por tanto tiene una capacidad de
negociación extraordinaria con
cualquier otro agente económico
internacional. Otra cuestión es
que la UE quiera aprovechar esta
fuerza que tiene», dice el
parlamentario a DW.
Una carta de
europarlamentarios
Con todo, por la penúltima huelga
de hambre de los mapuches en
septiembre de 2010, en una carta
abierta al presidente Sebastián
Piñera y a la representación de Chile
ante la UE, un grupo de parlamentarios
europeos de diferentes fracciones
pedían que no se considere
como terroristas a personas que
han participado en la protesta
social, que se reforme la ley
antiterrorista, que se desmilitaricen
las regiones mapuches, que se les
de acceso a la justicia ordinaria.
Pero la reforma se hace esperar
y los juicios a los mapuches, así
Reyes, se siguen haciendo con
testigos sin rostro, sin pruebas.
Y otra vez, ¿qué puede hacer la
UE? La
«que no envíe a sus empresas a
dañar nuestras tierras, nuestra
vida». A la misma pregunta, los
activistas por derechos humanos
responden: enfocar el problema,
ponerlo a discusión en las
instancias de diálogo político,
enviar observadores para que los
mapuches tengan, si no tierras,
por lo menos juicios justos.
lonko mapuche responde:* La autoría del presente artículo es de Mirra
Banchón, con la edición de Enrique López.
Agradecemos a Valeriano Dinamarca el envío
del mismo, que corresponde a una entrevista
de DW-WORLD de Alemania
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