Tegucigalpa de barro y humo
fauna humana enloquecida
Tegucigalpa sin canteras
de misteriosas callejas
y de balcones sin flores
puentes de ida y vuelta
al más allá de lo inevitable
con sus remedos de ríos
que apenas ruedan al mar
Tegucigalpa marginada y rota
Tegucigalpa de privilegios
contraste de mis contrastes
depósito de miseria y lágrimas
arrastrando mi tristeza
en esas calles ya conocidas
mil y mil veces recorridas
capital de la ignominia
de la estúpida política
capital de mis enredos
del amor y el desamor
Tegucigalpa conmigo
Tegucigalpa contigo
ciudad mía pero ajena
ciudad de nadie pero amada
dejaste cicatrices
en un cuerpo otrora hermoso
otrora limpio
ahora viejo
cuando te adopté conmigo
fue tu prioridad
atrapar mis pies vagabundos
cortar mis alas
y transformar mi vivir intenso
en esta loca sedentaria
sola solita sola
pero no cortaste mis manos
para escribirte
para cantarte
Tegucigalpa de noche y día
cómo me dueles toda
mi canto
eterno lamento
por esas horas
sola y perdida
¡ay! Tegucigalpa de mis amores
de mis sueños
de mis ideales y penas
de los estancos unidos
de la siempre ciudad mía
Tegucigalpa
implacable conmigo
sin respetar ni perdonar mi juventud
envejeces pero aquí conmigo
aquí loca y leal
cloaca testigo de mis tragedias
así sucia o limpia
bonita o fea
grande o pequeña
me iluminas
aunque tenga tristes mis días
y yo aquí amándote
odiándote
emborrachándome
pelear con todos
vivir aquí me obliga a algo
a vociferar llorando
a amar odiando
a subsistir
¡ay Tegucigalpa de mis amores!
Juana Pavón Y las Feministas en Resistencia de Honduras no se rinden. Salen todas las noches a hacer pintas en los muros de una ciudad que se atrinchera después de las 8 p.m., debaten sobre las formas de seguir en lucha, cuáles caminos les convienen al pueblo, qué debilidades conlleva haberle apostado a las políticas públicas para la reivindicación de sus derechos renunciando a su autonomía, qué peligro esconde la formación de "líderes" para un movimiento que nació de la horizontalidad de todas las mujeres. Ellos _ Ellos no comprenden, Madre, ellos no te han visto sangrar como nosotros ellos no vieron los buitres sacarte los ojos los perros desgarrarte ellos no oyeron tus gritos de angustia, Madre Él nunca pudo entender mi ira porque no te vio retorcerte en la montaña no te vio las manos quebradas los labios rotos el vientre hinchado de moretones la vulva reventada Él no te ha visto nunca, Madre, él sólo tiene ojos para sí mismo los edificios altos y la corbata del domingo No podía entenderme el alma hecha pedazos porque no ha visto tus ojos desterrados perdidos en el aire ávidos de color Él no ha limpiado tus manos desgarradas No sabe el significado de un pañuelo blanco o una canción lejana o los colores de tu falda Él no conoce el terror del silencio La sensación helada de la sangre de los otros sus gestos sus gritos sus cuerpos carcomidos en los escombros sus cuerpos tirados uno sobre otro bañados de gasolina Nunca olió la carne humana ardiendo los peces en el aire Amanda Castro El 28 de septiembre, saldremos con ellas y los hombres de la resistencia a una marcha por el derecho al aborto libre y gratuito en toda América Latina, entendido como derecho a ejercer la propia libertad sobre nuestros cuerpos y nuestros proyectos de vida. Sin derecho al aborto no hay ética, en cuanto no hay opción a la buena vida, opción al bien vivirla, al decidirnos por lo que consideramos un bien o un mal menor. Las artistas y los artistas también actúan diario, leen poemas, pintan en las calles, intentan un registro de las imágenes de la resistencia, de la represión, de las expresiones creativas de un pueblo en lucha. Llevan que zanahorias, que papas, que apios, que trozos de carne a las madres de los barrios para que alimenten con sus ollas comunes a esa resistencia que no le otorga ningun derecho de representación al gobierno de Porfirio Lobo. Algunas mujeres me gustan El olor de sus cuerpos las espirales del pensamiento los tonos de sus voces Melissa Cardoza Y ni hablar de las y los estudiantes: sus marchas están prohibidas, son de antemano prohibidas, pero esas muchachas salen con sus cantos, sus cuerpos volcado a la risa de quién sabe qué razón, pero razón rebelde. En este país, donde el debate sobre la no violencia es realmente de altura -no mamadas de buenismo, sino preocupación por la vida de las y los integrantes de la resistencia, de los sindicatos, de los barrios, y que asume la responsabilidad de definir qué es la autodefensa en asambleas donde todas y todos tienen la palabra- las y los estudiantes son los únicos que salen a pelear con la policía piedras y bastones en mano; en dos ocasiones la repelieron de la universidad, la tercera fueron derrotados por la propia rectora que la mandó llamar (y algunos de nuestros brillantes filósofos amigos, como Ramón Romero, la secundaron). El día de la Independencia de Centroamérica, que se festeja el 15 de septiembre, un grupo de músicos, Café Guancasco, iba a dar un concierto en San Pedro Sula. Son músicos de extracción popular, buenísimos, que tienen una gran cantidad de seguidores e interpretan los sentires de sectores muy diversos de la población: campesinos, maquileras, carpinteros, amas de casa. Antes de sus conciertos toman la palabra poetas, actrices y actores que recitan poemas y parlamentos de obras conmovedoras, niñas y niños que suben al escenario para mostrar y explicar sus dibujos. En ese escenario pacífico y festivo, la policía llegó a disparar más de mil cartuchos de gases lacrimógenos, matando de sofocación a un anciano, y rompieron instrumentos y altavoces, amén que la mano de un músico, según una dinámica que iniciaron hace un año cuando empezaron a romperles las manos a los estudiantes de cirugía que habían demostrado simpatía por la Resistencia al Golpe (¿lo aprendieron de esos conquistadores que en el norte de México, en el siglo XVI, le cortaban el dedo pulgar a los chichimecas para que no sigueran tensando sus arcos?, ¿matar campesinos es una forma de continuar con la empresa de occidentalización forzada de América?). Con esa misma actitud de llegar a golpear para sembrar muerte y desconcierto, menos de un mes antes, después de un acto de artistas e intelectuales a favor de la resistencia, y de una manifestación de apoyo a las campesinas y campesinos de la COPINH, al Consejo de Ancianas y Ancianos del Pueblo Lenca, a las poetas y cantantes feministas, la policía entró a un barrio y disparó sobre 18 carpinteros, todos jóvenes, todos comprometidos con su barrio, y luego les echó la culpa a los mareros (Salvatruchas, M18, no importa, de todas formas presuntos integrantes de bandas delincuenciales que regresaron a Centroamerica desde Los Ángeles, California, donde habían sido entrenados por el FBI contra los grupos de chicanos antirracistas, al finalizar las guerras de liberación nacional, a principios de los años 1990). En toda América latina, y en México principalmente, sabemos que construir a unos delincuentes como los culpables de todos los males de la nación, tiene muchas implicaciones políticas. las mujeres somos esa multitud de mariposas - gatas - panteras y brujas del mundo parimos y no parimos y hacemos del amanecer arrullos de bocas frescas sacudimos el mantel y en cada cuerpo erotizado emprendemos la lucha cotidiana somos bandera -himno - brassavola y toda la belleza enredada en bugambilias vendemos fuerza de trabajo cuidamos la prole rompemos la nostalgia y entre llanto y llanto volvemos a empezar matria es amor, lucha, fuerza. tempestad mujeres con olor a fogón - yuca - maíz conciencia y pasión somos estrellas luminosas y ardientes cuando olemos opresión la patria es matria Blanca Guifarro Honduras enseña, enseña mucho. Debatir sobre qué es un pueblo en la desaparición del estado-nación, qué es la represión de una voluntad política, qué significa la resistencia política pacífica, aprender a escuchar todas las voces, a analizar qué pone en riesgo el cambio de las alianzas económicas para una región [por ejemplo dejar la SICA, Sistema de Integración Centroamericana, órgano colegiado que requiere de la presencia de todos los miembros de la unión centroamericana en la OEA para pedirles fondos al FMI, a la Cooperación Europea, o a cualquier instancia internacional -¿será por eso que Funes pretende reconocer, reconocer, reconocer al golpista Porfirio Lobo para que vuelva a la OEA?- por el ALBA, sistema de integración latinoamericana que se sostiene en el intercambio de bienes necesarios en la región]; pues, debatir, escuchar y analizar son instrumentos de una nueva política, una política que revoluciona la idea de un dirección unitaria y autoritaria, partítica, de un movimiento. Algo que las viejas y viejos marxistas dogmáticos deberían aprender a respetar y reconocer. Chepos quiere decir Tiras en Honduras. Luchamos por ti PUEBLO. Blanquito no pintes mañana vuelvo. |
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